El Oeste más salvaje que nunca.
Tragedia si pero es una de tantas ya que había pasado antes y no se le puso remedio,
de que sirven las lágrimas.
Y aunque pese volverá a suceder. Fueron veinte niños pero no hubiese sido ninguno si
en ese país comprar un arma de fuego no fuera tan fácil como comprar un quilo de patatas.
Donde la violencia está a la orden del día y ya no hablemos en televisión , cuantos
muertos ha visto un niño de tan solo diez años en su corta vida como también ha visto
en el comedor de su casa un mueble que "esconde" detras de una vitrina todo un arsenal
( en defensa propia se entiende).
No hemos de olvidar tampoco el negocio que supone para el país la venta de las mismas
(aunque a veces haya que pagar ese precio).
Y lo peor de todo señores es que esta es la cultura dominante, a ver si se adelantan
los chinos y solo se venden cuchillos, que al menos sirven para cocinar.
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